No era mi intención, ni lo sigue siendo, hacer de este blog una especie de diario personal, que, por otra parte, a quién le iba a interesar. Sin embargo, excepcionalmente (sí, los mediocres también tenemos derecho a la excepcionalidad aunque la connotación sea de tiempo y no de excelencia) hoy me...
Pues no, no lo es. Cuando nos fuimos mi pareja y yo de España en el año 2011 porque nos habíamos quedado ambos en paro, decidimos marchar al extranjero porque confiábamos que a la vuelta eso vestiría mucho el currículum. Nos fuimos cuando las cosas se estaban empezando a poner muy feas, pero en...
Sí, lo confieso, yo también crecí con el “estudia, estudia, aprovecha que puedes, que nosotros no pudimos (y míranos ahora, con dos hijas, un piso de cien metros, apartamento en la playa, coche y la hipoteca pagada desde los cuarenta años, con un solo sueldo y sin ayuda de nadie)”. Es verdad, yo...
A estas horas de la noche, o de la mañana, nada bueno puede salir de las manos de una persona mediocre; mediocre, pero eh, sin insultar. La mediocridad está en nuestra vida diaria, la vemos, la intuímos, y sólo unos pocos privilegiados la asumimos y la defendemos. Porque no se puede ser...